miércoles, mayo 31, 2006

La vida a la defensiva


Quizás porque soy criticona por naturaleza, cuando alguien se me queda mirando pienso que está buscando defectos y que me quiere “acabar”. Por lo mismo, tengo una vibra defensiva que, según me han dicho, asusta y hace que la gente no se me acerque mucho.

Los que me conocen estarán asintiendo la cabeza (que sí, que sí) ahora mismo. Y yo, que amanecí un poco introspectiva, podría cuestionarme la actitud y pensar que debo estar un poco más expuesta y por lo mismo más abierta a las conversaciones, a las críticas, a los comentarios, a las personas… Pero al final, cuando el lapso introspectivo se me pasa, vuelvo a la conclusión de que para mi es mejor vivir a la defensiva.

Sí, que sí, que soy cerrada. Que lo sé. Que lo reconozco. Pero la “pezfueradelaguitis” que me afecta, me hace un tanto más vulnerable a consejos de persona que te quieren ayudar a ser más normal y sociable, y por lo mismo, menos tolerante a ellos.

Prefiero que mi cara los rechace para que mi boca no tenga que echar los boches que me salen tan, pero tan fácilmente. Prefiero evitar que me recomienden más dietas, más doctores y más “malditas píldoras” (en serio, ¿alguien piensa que a esta altura del juego yo no sé lo que es la Dieta de South Beach ni he oído mencionar del Dr.Atkins?), y así no tener que recomendarles un psicólogo para su anorexia.

Prefiero evitar que me inviten al salón, o al grupo de oración, o a un bar donde los jueves se reúnen todos los hombres que dicen estar solteros, separados o recién divorciados para buscar conquistas; y así no tener que decirles que el pelo postizo se les nota, que el tinte se les está saliendo, que el sacerdote de su iglesia tiene dos hijos en Villa Mella, y que la esposa de su última conquista trabaja en mi edificio.

Prefiero evadir conversaciones sobre beneficios del Pilates y el hecho de que mi casa no tiene ni “F” de Feng-Shui, para no tener que llevarles a cuestionar su creencia, su fe y su comportamiento con acusaciones de hipocresía en serie.

Prefiero esquivar recordatorios de que hay un reloj biológico, que los niños “de uno” se quieren mucho más que los “ajenos” y que “vida sólo hay una”, porque pudiese decirles que ser madre a los 18 me parece, en el mayor de los casos, irresponsable; que todas deberíamos pensárnoslo antes de traer a otra persona al mundo; y que no se preocupen, que yo creo en la reencarnación.

En resumen, prefiero ser difícil que intolerante.

Para mi, es mucho mejor tener cara de “no me hables, no me toques, no me mires” que parecer receptiva a que la gente se te acerque a preguntarte cuántos meses de embarazo tienes, a qué se dedica tu esposo o a cuál colegio van tus hijos, porque asumen que a mi edad y a mi expansión corporal, todas esas cosas son parte de mi realidad.

No quiero que me reciten consejos de Cosmopolitan, que me regalen el libro más reciente de Paulo Coelho, ni que me cuestionen inquisitivamente por qué a mi es la única mujer que no me gusta Luis Miguel.

Mi cara de “mantén tu distancia” puede ser un problema, lo entiendo. Sabrá Dios cuántos hombres intelectuales, pero inmensamente sensibles y derrochantes de sensualidad, he asustado por mi forma de hablar, pensar y mirar. ¿Quién puede contar la cantidad de amistades que nunca fueron porque la gente pensaba que yo simple y llanamente no estaba interesada, que me creía mejor que ellos o que era una snob come mierda que nunca andaría con gente de “aquel lao”?

La verdad que con los pudo-haber-sidos podría escribir un libro, y que la cantidad y calidad exacta de los mismos, nunca conoceré. Sin embargo hoy, a esta hora y en este momento de mi vida, no puedo arrepentirme porque los resultados no han sido para nada decepcionantes: tengo pocas amigas, y aun menos amigos, pero todos son excepcionales y forman una parte muy importante de mi vida; socializo poco, pero encuentro gente por esta vía, y por otras, que se convierten en adiciones significativas a mi estrecho círculo social; asusto a personas buenas, pero más que todo, alejo a los desagradables. No puedo arrepentirme, sobre todo, porque no puedo evitar creer que aquellas personas que “valen la pena” ven mucho más allá de la armadura, se me acercan, me conocen, me acepta, me hacen aceptarlos y se convierten en gente querida y apreciada. La iniciación puede ser dura –de ambas partes—pero para mí, la membresía al club lo vale.

Digan ustedes si no.

9 comentarios:

Rosalina dijo...

¿Algo que ver con nuestra profunda conversacion en El Provocón? Sorry que te tire pal medio de esta forma, jajaja.

Maria dijo...

No te preocupes, estoy preparada para las tiradas al medio que este tipo de post trae.

Pero hay cariño Roses, hay cariño...

Mariel dijo...

Me diverti mucho con este post, como siempre muy bueno mary. Nadie te entiende mas que yo!

Wendy Soto dijo...

Una está lista cuando una está lista. Lo que yo evaluaría sería lo que estas asustanto o alejando de tí misma, no necesariamente de o a otras personas. Si embargo, sí estoy de acuerdo en que la gente jode. Yo por eso les pongo los puntos a las ies y las rayitas a las t siempre y cuando sea necesario.

Ariskelmys dijo...

Hey Maria creo k las normales somos nosotras. No entiendo la logica de andar invitanto a titiri mundachi a k opine, cuestione y juzgue mi vida... Observe la suya y concentrense en ella, k la mia la manejo yo muy a mi manera...

Unknown dijo...

Te entiendo, totalemente, porque los que me conocen a MI pueden afirmar que mucho de lo que describes se aplica-BA a mí fielmente. Pero (porque siempre tiene que haber uno, es ley de murphy), tan sólo por la gente -así sea una sola - que pudiera enriquecer/cambiar/alegra/divertir/llegar a tu vida que no llegó porque fue ahuyentada, ya por eso sólo es un gran desperdicio.

.... Ah! en lo único que no coincidimos es en Luis Miguel... depordió, ese hombre tan bella yq eu canta tan lindo!

__________Dani** dijo...

clarooo... tienes razon...

uff esas caras de no me miren no me hablen no me toquen me son familiares. jejeje

claro que lo mio no es en una actitud defensiva frente a la vida,
es mas una cuestion de que: hoy amanecí con los monos, estoy enojada con cualquiera que metoque la fibra correcta... o la incorrecta.
Puedo discutirle a alguien poruqe me dijo que había postre como por que no me dijo, con el que me saluda, porque me saludó, aunque tambien lo hubiera hecho si no me saludaba... molesta por lo uno o por lo otro...
y entonces, antes de andar puteando a todo el mundo y contra el mundo... prefiero esa actitud de la que hablas... o si no ufff... quizas que les respondo..

Pero yo entiendo que me da por épocas... y que ellos no tienen la culpa (aunque no falta la gente desagradable que SI tiene la culpa)
despues de todo, soy yo la que me levanté con el pie izquerdo...







Gracias por tu post y tus saludos!!




;)










Me gustó tu reflexión introspectiva...
me hace bien

Unknown dijo...

GRACIASSS por este post!!!
He estado tratando de escribir sobre lo mismo hace tiempo! Y he estado discutiendo el tema hace tiempo tambien: pq tengo yo que "cambiar mi actitud" y no ellos? Cuando tengo a quienes considero REAL e increiblemente importantes cerca de mi que "a pesar de mi" TODAVIA estan ahi y me quieren tal y como soy sin querer "cambiar mis formas"...

Como dices tu: YO tampoco me arrepiento pq realmente creo que aquellas personas que SI valen la pena ven mucho más allá de la armadura y las paredes que levanto; esas personas todavia se me acercan, me conocen, me acepta, me hacen aceptarlos y se vuelven la gente mas querida y apreciada.

Mientras tanto, yo seguiré siendo yo, (and I quote) seguire siendo:
"imperturbable,inalterable e impasible" ;)

Tu se tu, que mejor que tu no quedan. El que quiera bienvenido, el que no que le vaya bien:)

Juan dijo...

totalmente a veces uno se siente sapo de otro poso o pez fuera del agua es lo mismo, pero es porque la sociedad tienen un sintoma de miopia muy grave frente a la verdadera realidad.Asique amiguita a no preocuparse el problema lo tienen ellos...
saludos!!!

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