jueves, marzo 22, 2007

Coronas y ficciones

Quizás porque hoy se hará el certamen de Miss República Dominicana, me he puesto a reflexionar sobre qué haría a una persona querer ser reina de belleza. Ese premio, me parece a mi, es el que menos merecido se tiene cualquier mujer, y aquí mi razonamiento.

Si soy alta, de ojos grandes y negros, pestañas largas, cintura estrecha y caderas redondeadas (pero no demasiadas) el crédito no lo merezco yo, sino la mezcla genética que me hizo parecerme a Amelia Vega.

Pero si no nací así de bella y opto, a lo Vielka Valenzuela, hacerme arreglitos que me hagan tener un pelo más lacio y una piel más linda, y más importante aún que me hagan tener senos que vencen la gravedad, una cintura a lo Thalía y la nariz de una muñeca Barbie, entonces el crédito se lo merece el equipo cirujanos de estilistas que te hicieron bella.

Al final, si te pueden premiar por algo es por a) reconocer tu belleza o b) elegir las mejoras que te faltaban. En cuyo caso, me parece un premio a la vanidad.

Pero eso es lo que pasa la televisión hoy día, premios a la vanidad y concursos para infames. No entiendo porqué me sigo sorprendiendo. El cable, del cual me confieso adicta (si no me creen, echen un ojo a mi misión del mes) está repleto de mujeres operadas, hombres amorales, valores equívocos o artificiales, ventas de intimidades, burlas y ofensas personales. Y todo esto en la Tv-realidad, porque según yo, aquellos programas que son ficción –en los que salen héroes y personas de moral intachable—siguen sido los que yo prefiero ver.

Y es que a mi los premios me parecen cada vez menos merecidos y la realidad cada vez más desagradable. Por eso es que prefiero las medallas olímpicas a las coronas y la ciencia ficción a las películas “basadas en hechos reales”. Prefiero seguirme mintiendo y creer que las niñas que nacieron en este siglo serán diferentes y que querrán ser astronautas, presidentes, y artistas, en lugar de ganar premios a la superficialidad.

7 comentarios:

Rosalina dijo...

Pero imaginate!!! En una sociedad como la nuestra, donde el dinero facil, la belleza artificial, la exhuberancia grotesca y la vulgaridad en todas sus acepciones es lo que se valora, y tomando en cuenta que si tu no bailas como una degraciá, ni tienes pelo postizo (o unas postizas, o tetas psotizas), ni tienes una yipetón, ni te gusta "Botando el Golpe", ni eres fan de JLo, la gente te pregunta que si tuviste algún trauma en tu infancia... Imaginate! ¿Es tan raro que se le de tanta importancia a los concursos de belleza, una oda a nuestros valores..? A mi me parece el primer paso logico para un desarrollo profesional: Primero vas al concurso, luego de que quedas en segundo lugar vas a los periodicos y te haces famosa porque el concurso estaba arreglado... De tanto salir en los programas de panel te dan trabajo en una televisora, y, luego de muchos pantalones apretados finalmente subes al escalafón de mega-diva.... (Ya vas lejos!). Meses y en algunos casos, anos, despues con un poco de suerte, un calendario y un CD a cuestas, consigues a ser amante de político o de militar, climax del exito.

¿A qué hora es el show?

Pabletowh dijo...

Y todas las estúpidas que se inscriben en esa M, dizque para mejorar su vida o buscar paz mundial que es lo mismo que buscar marido rico que la matiene. Mucho (más peor) son los que le siguen el coro, como si la verdad fuese un asunto relevante. La mujer que se mete a un concurso de belleza es una Ridícula y punto!

Anabelle dijo...

ahhh los valores de hoy en dia...uhmmm!

Anónimo dijo...

Yo siempre he dicho que cuando gane Miss Universo (unjú) le voy a agradecer a mi papá por haberse meneado a la derecha el día de mi concepción. Porque todo el mundo sabe que genes meneados = carajitos bonitos.

Joan Guerrero dijo...

Esa es una cuestionante interesante. Al hablar igualmente esta tarde del mismo tema, pero amparado bajo la controversia que ha sucumbido como balde de agua fría, puede decirse que es un premio que vale la pena cuestionarse, si en realidad es funcional o no.

Me gustó tu reflexión. Un abrazo, amiga.

Mariel dijo...

Tantas cosas que se premian sin merito, tantas cosas que no se reconocen y que tienen merito. Muy bueno tu post!

Carolin Guzmán dijo...

Lo que más me molesta es la algarabia que se hace con premios tan falsos e inmerecidos,como son los concursos de beleza, porque para colmo son un negocio, mientras que otros ni siquiera se dan a conocer a la opinión pública.

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