domingo, febrero 17, 2008

La estadística es sadista

Quizás porque cuando estoy en uno de mis buenos días, me creo capaz de lo que sea que me propongo, yo pensaba que iba a poder con mis clases de estadística. Sin embargo, me encuentro sufriendo una tortura incesante que se intensifica cuando tres veces por semana tengo que ir a clase de estadísticas, sólo para darme cuenta que algunas cosas no se dan sólo por desearlo.

¡La clase de estadística me deprime! Me recuerda a las clases de física y trigonometría del bachillerato. Me acuerda al álgebra de Baldor… A cuando me ponían a jugar voleibol en la case de deportes… ¡A la clase de deportes! A lo incomoda que me sentía cuando tenía que meterme la camiseta por dentro del pantalón y perder de esa forma la oportunidad de ocultar mi panza y trasero de los ojos inquisitivos de mis compañeros y compañeras de clases.

Quizá el problema es de prepotencia. Es de estar acostumbrada a entender las cosas, a sentirme cómoda con ideas nuevas… O quizás es de vagancia; de no querer dedicarle el tiempo a una asignatura que me hace sentir tan a) inútil b) idiota y c)incompetente. También puede ser un problema de inmadurez; de querer resistirme a prestarle atención y tiempo a una clase que no tenía el menor deseo de tomar.

Que me perdonen los que saben, pero yo creo que cuando una está estudianda más allá de lo requerido (léase, más allá del bachillerato y la licenciatura), una se ha ganado el derecho de NO tomar las clases que una NO quiere tomar.

Yo tengo la razón. Sé que tengo la razón. Pero eso no importa. Lunes, miércoles y viernes, de 3:00 a 4:00 de la tarde me pueden encontrar en mi clase de estadística para las ciencias sociales, rogándole a Dios que la habilidad para esta asignatura sea hereditaria…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

I like the new look!! :)

Unknown dijo...

Maria,

Don't worry about Statistics, because if I know you, you will beat the course before it beats you.

Evelyn

Unknown dijo...

Bueno, por mi infame experiencia puedo decirte que la habilidad para la Estadística NO es hereditaria. Lo cual no quiere decir que tú no logres dominarla; yo creo que tú cuentas con mayores habilidades que yo para ello. Y sí, yo también que el que elige estudiar por puro gusto debería poder elegir qué estudiar y qué no.
aguanta maría y dale con to!

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