miércoles, marzo 05, 2008

¡Ay que pique!

Quizás por que mi filosofía suele ser “causa y efecto” las cosas que no traen las consecuencias o los resultados deseados, aun cuando se ha seguido la formula prescrita, me sacan de quicio. Quizás he escrito sobre esto en el pasado, tal vez no, pero yo soy el tipo de persona que necesita sentir que tiene control sobre las cosas que le han pasado, le pasan y la pasarán. Claro, que como eso no es siempre posible, las decepciones y los piques son más frecuentes de lo que una deseara.

Yo creo que entiendo que la vida es injusta y que a veces una no puede hacer otra cosa que dejarse llevar y reaccionar ante las sorpresas indeseadas, pero eso no me hace mejor preparada para sobrevivir esas sorpresas cuando te sacuden a fondo. Ejemplos hay miles y no pienso entrar en detalles. Y muchas veces las sorpresas no son tan graves ni trascendentes (de hecho el caso que ha causado el de pique hoy es un examen que me pareció injusto). Es solo que yo, en general, prefiero las cosas programadas, sean éstas dolores o placeres.

Estos meses en el programa de doctorado me han enseñado que a veces 1 + 1 ≠ 2. Es decir, podemos hacer el mismo proceso y obtener el mismo resultado siempre, hasta un día en que el resultado es inesperado, y (al menos en mi experiencia) casi siempre indeseado.

Para agravar las cosas, la cantidad de trabajo por hacer en un día que siempre (ese malvado) tiene sólo 24 horas, crece constantemente y me siento como puesta en una máquina de presión que quiere medir cuándo voy a estallar. Soy optimista la mayoría de los días y creo que voy a poder terminar exitosamente el día, la semana, el mes, el semestre, el programa… Pero otros días, que se sepa, me da mucha dificultad levantarme de la cama y volver a la universidad a tratar, infructíferamente, de sacarle más provecho al día; de ser más y más productiva.

Y por eso, concluyo, es que dependo de mis constantes, y mis resultados esperados y mis 1 + 1 = 2. Pero sé que tengo que adaptarme, que si esto fuera fácil todo el mundo lo hiciera (como dijo uno de mis compañeros de clases en días pasados) y que las Taveritas tienen un pre-condicionamiento genético al “aguante” que espero nunca flaquee.

Días como hoy extraño los domingos aburridos en casa de mami, cuando mi mayor pique era que no había nada que ver en el Diamond.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuenta hasta 10 respira profundo y vuelve a contar. Y luego piensa que no solomente "aguantas" sino que obtendrás tu apreciado y adorado PhD!
No importa que 1+1 no sea 2, al terminar el PhD vuelve a sumar y veras que 1+1=2.

Un abrazo desde otro boringcity

Mariel dijo...

jajajajajajjaja hasta yo extraño esos domingos aburridos maría cuando agarrabamos el carro camino a cuesta y terminabamos en hard rock café.

Falta mani, mucha falta me haces, pero sé que en esto como en muchas cosas más serás increíble, no dejes que una cosa mala entre miles buenas te bajen el ánimo.

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