domingo, agosto 24, 2008

Me gustan las canciones…



Quizás porque como típica hermana menor yo sigo tratando de imitar a mi hermanita grande, no puedo resistir unirme a la nueva sección de Anabelle de las cosas que le gustan. Pero como sufro—diagnosticado o no—de déficit de atención, no puedo centrarme en una sola cosa como lo hace ella y suelo pensar más bien en conglomerados o categorías. Hoy, por ejemplo, amanecí pensando en lo que me gustan de las canciones.

Yo soy de las que tiene una reacción muy fuerte a las canciones, ya sea de amor o de odio. Tengo poca tolerancia para la música que no me gusta y para las personas que no pueden encontrar la genialidad en las canciones que yo considero hechas por genios… Y es que, como he escrito en algún momento anteriormente, las canciones y la música de guitarra fueron miembros importantes de mi familia durante mis años formativos. De esa combinación de la música de mami –Billy Joel, Pablo Milanés—de papi –Beatles, Serrat—y la influencia del MTv de finales de los 80 y principios de los 90 –Madonna, Michael Jackson, New Kids on the Block y Pet Shop Boys—fui formando una idea clara e irrevocable de lo que busco en las canciones que voy a tocar una y otra y otra y otra vez en mi reproductor de música du jour.

Como consecuencia, parecerá lógico que yo ame las canciones en la que los hombres se tiran por el suelo, a lo Pablo en “El Breve Espacio” y las que contienen ráfagas de emociones que parecen accidentales e incontenibles, como “Ojalá” cantada por Sonia Silvestre, y “Perfect” y “You Oughtta Know” de Alanis. También me encantan las que cuentan historias, como casi todas las de Sabina, pero en especial “Peor para el sol”, “Amor se llama el juego” y “El marido de la peluquera” de Pedro Guerra. Y más aún, las adoro si esas historias son tristes como “Jeremy”, “Alive” y “Even Flow” de aquel espectacular álbum de Pearl Jam. Me gustan las canciones que se dejan leer como poesías, como “Ana Begins” de los Counting Crows, "Lapiz y tinta" de El último de la fila, y “Y sin embargo” de Sabina. Me encantan las que hacen reír, como “La Celosa” de Carlos Vives, y las que siempre, siempre, me hacen llorar como “Let it Be” de los Beatles y “La Espera” de Perales.

Priman entre las que me gustan aquellas que podemos cantar juntas mi madre, mis hermanas y yo, como “Yolanda” de Milanés, las que a menudo se me meten en la cabeza por la mañana como “Don’t Look Back in Anger” de Oasis, y las que Mariel me ha dejado que le explique una y otra vez, como “El Necio” de Silvio. Y me gustan aquellas que pertenecen a personas que quiero, como “Quiero Abrazate tanto” (de Víctor Manuel), que es de mami, “Hay que poner el Alma” (del otro Víctor Manuelle) que pertenece a Gisselle; o “Aún estoy de pie” (de José José) que Cherny me hizo escuchar por primera vez, y ahora la considero de él.

En fin, son tantas las canciones que quiero y tantas las cosas que me gustan de escucharlas, que no hay post de blog que las aguante todas. Esta muestra es ínfima e insuficiente, pero por ahora tendrá que bastar. Hay demasiadas canciones que cargan recuerdos y que son importantes para mí. Algún día, si las musas llegan, quizás las escriba en un libro.

5 comentarios:

Mariel dijo...

El Necio...me la puedes explicar de nuevo?

Anónimo dijo...

Yo, personalmente soy una fanatica no. 1 de las canciones. Las escucho una y otra vez!! De las que mencionas la mayoria son MIAS.. jajja y solo mias! En fin, yo creo que las canciones tienen poderes especiales. Un abrazote!! Claudia M.

Anabelle dijo...

jum...y Dream de The Cramberries, que la oimos en vivo juntas en San Francisco, y se nos pararon los pelitos con la voz de esa jeva...eeehhhh ehhhhhh???

Mariel dijo...

Bueno soy testigo de que oia dreams cupushucientas veces al día...sobre todo por you've got mail :)

Eigna dijo...

Sentados entre amigos, yo hablando hasta por los codos (como siempre), él concentrado en un asunto en su computadora (como siempre), en el ipod shuffle empieza a sonar "Old Souls" de Paul Williams, El dice... "esa canción sólo se dedica una vez, después de eso, o pasas el resto de tu vida con la persona a quien se la dedicaste o te suicidas" Ese fué el instante preciso en el que me enamoré de él.

Ah la música. Voy a poner la canción ahora mismo.

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